tag:blogger.com,1999:blog-78147454697758679062024-03-13T06:06:45.594-07:00Mis cuentos y ensayosCuentos y ensayos de Ricardo López GöttigRicardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.comBlogger9125tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-80846638692064520272013-07-30T17:00:00.003-07:002017-07-03T17:11:38.065-07:00El cúbito heptopulmonar. Apuntes para un Tratado de Medicina.<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Por <b>Ricardo López Göttig</b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Es el
órgano ubicado en la región ventricular meridional subneuronal entre el pulmón
derecho y el muslo izquierdo. No suele ser fácil de localizar porque este
órgano tiene la particularidad de trasladarse por su sola voluntad en esa vasta
zona, por lo que el cirujano debe tener una gran paciencia, pericia y alta
dosis de buena suerte para hallarlo en el caso de querer extirparlo. De
carácter esquivo, el <b>cúbito heptopulmonar</b> tiene funciones que no resultan claras
para el cuerpo humano. Según el dictamen mayoritario de <st1:personname productid="la Academia" w:st="on">la Academia</st1:personname> de Ciencias
Humanas de Luxemburgo, en su reunión plenaria de diciembre del 2009, en este
órgano se alojan los pensamientos de ingratitud y malicia, sobre todo los
vinculados a relaciones de vecindad insatisfactorias. Avalaría esta hipótesis
el hecho de que el <b>cúbito heptopulmonar </b>está hipertrofiado en hombres y mujeres
entre 30 y 55 años, habitantes de edificios de departamentos y que fueron o son
miembros activos de las reuniones de consorcio y de los consejos de
administración. Sería, entonces, la sede de donde emanan y se desarrollan los
chismecillos de pasillo, los minúsculos altercados por goteras no arregladas,
los dimes y diretes en los que se suele involucrar –aviesamente- el encargado
del edificio, las trapisondas de escaleras y mensajillos anónimos pegados en
los ascensores.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El dictamen
minoritario de la referida Academia, no obstante, sostiene que esos
pensamientos de ingratitud y malicia no son exclusivos del <b>cúbito
heptopulmonar</b>, ya que también se hallan alojados en órganos como la glándula
peptifibriral y el llamado “falso estómago ecoductual”, cuya existencia es
puesta en tela de juicio por varias instituciones médicas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El <b>cúbito
heptopulmonar</b> tiene tres posibles morfologías, a saber: a) de aspecto viscoso
oscuro, violáceo y semejante a un cono o trompeta, que puede llegar a una
longitud de 30 centímetros y espesor entre 9 y 5 centímetros; b) de forma de
tirabuzón, amarillo y con asperezas rugosas; y c) una madeja de filamentos de
rojo intenso, unida por un vértice esférico azulado. Aún no se ha establecido
con certeza suficiente si son tres tipos de cúbitos, o si es uno con
metamorfosis sucesivas de variabilidad con relación a la dispepsia y pago
regular de las expensas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Muchos
pacientes han solicitado ser extirpados del <b>cúbito heptopulmonar</b>, lo que
conlleva una operación de alto riesgo quirúrgico. Se recomienda, para un
resultado exitoso, quitar las vísceras, músculos y huesos de la región en la
que se aloja a fin de que el cúbito no se esconda, y después volver a colocar más
o menos en su sitio anterior las piezas removidas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><u>Observación</u>:
dícese que el <b>cúbito heptopulmonar</b> es adicto a los pepinillos agrios.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-11781823642363248582013-05-06T18:38:00.004-07:002017-07-03T17:11:07.589-07:00Ciencia y paciencia.<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Quise dedicarme a la noble ciencia, pero me faltaba inteligencia. A la
matemática no le tuve paciencia y, perdido por mi falta de experiencia, entré
en rápida decadencia. Hoy de dinero tengo ausencia, el bolsillo clama
¡urgencia!, me alimento con alguna menudencia. Este estado de indigencia se debe
a mi entera negligencia. Si te apiadas de esta contingencia y perdonas mi
impertinencia, practica conmigo la beneficencia porque, como sabes, tengo buena
presencia y puedo llegar a una gerencia, quizás a una intendencia o, ¿por qué
no?, a la mismísima presidencia.</span><o:p></o:p></span></span></div>
Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-59707882656014498382013-05-05T19:25:00.004-07:002017-07-03T17:12:01.547-07:00Encuentro con Liborio en el velorio.<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Me encontré con Liborio en la triste circunstancia de un velorio. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Ahora trabajo en este velatorio y aspiro a dirigir el crematorio. Mi
futuro es promisorio.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¡Tu vida es un jolgorio!<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Yo fui el héroe del natatorio, lo mío era notorio, pero me encontraron
pastillas de laboratorio. No era más que un antiinflamatorio. Mis sueños se
fueron por el mingitorio.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Deberías visitar a un médico en su consultorio.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Haré caso omiso a tu dicho derogatorio. Aún aspiro a un buen casorio,
soy seductor como don Juan Tenorio. ¿Es tu hermana la recepcionista del
locutorio?<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-No, es astrónoma en el observatorio, toda la noche mirando al
firmamento rotatorio.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¿El que está en el promontorio?<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-El que está en Italia, en San Gregorio.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Oh, pues no podré compartir con ella mi fúnebre emporio.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Entonces tu lugar es un psiquiátrico sanatorio.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: #FAFBFB;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Que esté, en lo posible, cerca de un enterratorio. </span><o:p></o:p></span></span></div>
Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-44975668637745957612013-05-04T07:18:00.000-07:002017-07-03T17:13:02.015-07:00Josefina y Catalina.<span style="background-color: white; line-height: 18px;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Josefina y Catalina viven en Argentina, en la localidad de Valentín Alsina. Una es seguidora de Cristina; la otra, del diario de Ernestina. Las unía la envidia a Clementina, la coqueta propietaria de la esquina. Le tenían tanta inquina, que frente a su casa tocaban bocina. La vecina, astuta y sibilina, se ponía en los oídos parafina. Pero por esta rutina debió recurrir a la medicina; ya no pudo escuchar ni la admiración masculina ni los ladridos de su compañía canina. Y sintió culpa la rivalidad femenina, que comenzó con ella amistad repentina.</span></span>Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-76312246956586586652013-05-03T07:58:00.004-07:002013-05-03T07:58:48.046-07:00Tiberio y Valerio.<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; line-height: 17px;">Se cuenta que Tiberio era un hombre demasiado serio. Es que no es un misterio que gobernaba el gran imperio. </span><br style="background-color: white; line-height: 17px;" /><span style="background-color: white; line-height: 17px;">-Como todos, -le recordó Valerio, -terminarás en el cementerio. </span><br style="background-color: white; line-height: 17px;" /><span style="background-color: white; line-height: 17px;">-Buscando el honor del magisterio, te aproximas al dicterio. ¿Quieres que te envíe a un africano erio?</span><br style="background-color: white; line-height: 17px;" /><span style="background-color: white; line-height: 17px;">-O a un silencioso monasterio.</span><br style="background-color: white; line-height: 17px;" /><span style="background-color: white; line-height: 17px;">-Calla, insensato, y toca el salterio.</span></span>Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-81571684906812458822013-05-02T05:30:00.001-07:002017-07-03T17:13:26.929-07:00Dante, el del bermejo turbante.<span style="background-color: white; line-height: 18px;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Era Dante un esmerado vigilante de aspecto elegante con su bermejo turbante. Vivía en Gante y su familia era de Brabante. Se lo cruzó un maleante, de lo ajeno traficante. Lo hizo caer el tunante, mas el guardián se levantó al instante, sin ser por ello arrogante. Le respondió de modo sonante, una bofetada para el caco irritante, que quedó en cuarto menguante.</span></span>Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-33722446072514881512013-04-30T11:38:00.003-07:002017-07-03T17:13:41.170-07:00De Pekín a Medellín.<span style="background-color: white; line-height: 18px;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">De Pekín a Medellín, viajó en monopatín el mandarín que tocaba violín. Lo invitaron a Cosquín, se equivocó y llegó a Junín, donde se hospedó en un bulín que le recomendó Alfonsín. Se dio un gran festín, charló con Darín –defensor del delfín-, bailó toda la noche hasta su fin. Quedó hecho aserrín, durmió como un adoquín. Y de dinero, se quedó sin.</span></span>Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-24515862178001382662013-02-20T08:11:00.003-08:002017-07-03T17:18:34.703-07:00La entrevista.<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif;"><span style="font-size: large;">Ramiro Garobaglio hizo el nudo de la corbata con la destreza de un prestidigitador, sin necesidad de mirarse al espejo, con los ojos cerrados. Los abrió despaciosamente, como si tuviese que acostumbrar la vista a los rayos de un sol implacable. Miró su rostro reflejado; la presencia era impecable, con las mejillas bien afeitadas, el cabello en el sitio exacto, ni una mácula asomaba en la ropa ni en el horizonte. Sólo restaba que eso no sucediera.</span></span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El recuerdo lo estremeció. Aumentaron sus palpitaciones y un tibio sudor frío se dejó sentir, pero aquietó rápidamente el temor. Eso no tenía porqué suceder ese día, ya que había ido menguando con el tiempo y, quizás, no ocurriría nunca más. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Como ignoraba cómo era que eso estaba allí, se propuso no pensar en ello; simplemente, debía borrarlo. No sabía si despertaba cada tanto de un largo sueño, o si mudaba de sitio. Era mejor dejarlo así, en la penumbra.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Ramiro había pasado con éxito las entrevistas previas y esta, la última, era la definitoria para obtener el nuevo empleo como gerente en la gran empresa multinacional de sus sueños. Era la cumbre de una carrera para la cual se había entrenado tantos años con afán, dejando de lado la vida privada. ¿Era posible, además, formar una familia o, por lo menos, un noviazgo estando eso siempre acechando? </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Era algo de lo que no había hablado con nadie; sentía que no debía hacerlo. ¿Pensarían que estaba loco? Probablemente las consecuencias fueran peores, porque no sólo eso estaría allí, en el momento menos deseado, sino que además lo recluirían en un pabellón psiquiátrico, medicado. No, no debía contarlo. Se le cruzó la idea, también, de que quizás no fuera el único al que le pasaba eso; tal vez fuera algo tan frecuente que, simplemente, nadie lo comentaba y se podía convivir con ello sin hacerse mayores problemas.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Respiró hondo y salió decidido a conquistar el mundo. Lucía elegante y seguro en su traje oscuro; quería transmitir la actitud del intrépido hombre de empresa que puede afrontar cualquier desafío, capaz de llevar la nave a través de las tormentas a los puertos más prósperos. Su exterior emanaba triunfo, gloria, valor.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Subió a su automóvil y partió hacia la empresa. Al llegar al semáforo, miró su aspecto en el espejo retrovisor. Nada, respiró tranquilo. En voz alta, se dijo a sí mismo que ese sería un día perfecto, el comienzo de una nueva vida.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Para despreocuparse, encendió la radio y se zambulló en la música de moda que pasaban, procurando infundirse ánimo. El ritmo era alegre, jovial; lo interpretó como una señal de que alcanzaría la victoria, la primera de muchas.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Estacionó el automóvil cerca de la empresa y caminó resuelto, dejándose envolver por la tibieza del sol. Sintió su caricia en el rostro, el acompañamiento de la naturaleza, la conquista al alcance de la mano.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Se presentó ante la secretaria y lo invitaron a subir el ascensor hasta el piso 15, donde se hallaba la oficina del CEO, el máximo representante de la empresa en el país. Ramiro se sabía importante. Echó una mirada a un gran espejo en el lobby de entrada: todo estaba en orden.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">“Soy un ganador”, pensó Ramiro Garobaglio, mientras ascendía. Lo repitió internamente una y otra vez, porque estaba convencido de que su pensamiento era el creador de la realidad. En el decimoquinto piso, caminó con paso firme a la oficina del CEO, en donde se presentó desplegando su personalidad, sin arrollar ni recular. Él era Ramiro Garobaglio, una presencia inconfundible, un líder nato.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Una secretaria lo acompañó a la sala de audiencia en donde sería entrevistado por última vez por el CEO, el máximo responsable de la empresa en el país. Ya había saltado todas las vallas, esta era la última y lo haría con la misma agilidad de siempre. Sereno, confiado, atento, alerta, seguro.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tomó asiento, dejó el curriculum vitae impreso delante de él en la mesa y, con cautela, pasó sus manos por las orejas. Sintió un ligero temblor en esa operación. Nada; respiró tranquilo. El universo estaba en su sitio.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">De improviso, entró el CEO como un ciclón. Le estrechó la mano mirándolo directamente a los ojos. Sabía que en los primeros diez segundos se definiría todo, tal como lo había en un conocido libro sobre entrevistas laborales. Ramiro tuvo pleno dominio de sí mismo.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El CEO tomó asiento e invitó a que Ramiro hiciera lo propio. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Su curriculum es impecable, -dijo el CEO, sin vueltas. –Es usted el hombre perfecto para ser nuestro nuevo gerente, y eso me preocupa.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¿Por qué habría de preocuparle? –preguntó Ramiro, sin mostrar desánimo. –Soy el hombre que la empresa está necesitando.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-De otro modo, no hubiera llegado a esta instancia, -aseguró el CEO. –Sólo quiero conocer cuáles son sus debilidades, y aquí –dijo, blandiendo el CV impreso- no están. ¿Cuáles son, quién es usted? ¿Cuándo desfallecerá? ¿Cómo nos fallará? ¿Cuál es su miedo más profundo, el que lo aterra? ¿Quizás estar en una habitación solo, a oscuras? ¿Lo persigue algún monstruo de la niñez, o una experiencia que ha sabido ocultar hasta que el día menos pensado, presionado por las tempestades a las que nos vemos sometidos todos los días en esta empresa, explote? Necesito saberlo, usted tiene una falla y quiero conocerla.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Ramiro lo miró con fijeza, manteniendo su estado de ánimo imperturbable. Ambos permanecieron cruzándose las miradas por un largo rato, en silencio, hasta que el CEO retomó la palabra.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Admito que usted tiene un poderoso dominio de sí mismo. En otras entrevistas, a esta altura, muchos se han deshecho en llanto o se desmayaron. Pero usted no, permanece impasible, con ánimo guerrero sin mover un solo músculo. No ha sudado ni pestañeado, no ha movido sus pupilas ni un milímetro. Sus cejas quedaron inmóviles. Las manos están tranquilas, secas. Conozco al ser humano, puedo hacer una radiografía con sólo mirarlo, escudriñando los lugares más ocultos de su personalidad. Soy un scanner infalible y usted ha pasado la prueba. Bienvenido a la empresa. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El CEO se puso de pie y lo mismo hizo Ramiro, y ambos estrecharon sus manos, sonrientes. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Repentinamente, los ojos del CEO se desorbitaron. Ramiro lo supo, eso estaba ocurriendo. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¿Qué es eso? –preguntó el CEO, retirándole la mano con repugnancia. -¿Qué es eso? –insistió, señalando con el dedo acusador.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Ramiro se tocó la oreja derecha; sí, eso estaba ocurriendo. De ella salía, tímidamente, un pompón de pelos. El CEO, horrorizado, se puso tras el sillón, tomando distancia. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¿Qué clase de broma es esta? ¡Usted está completamente loco, desquiciado! ¡Está despedido! –gritó el CEO, enajenado.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Eso es imposible, -respondió Ramiro, calmo, -porque todavía no estoy contratado. Además, no sé a qué se refiere.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¡A eso! ¡Eso que le sale por la oreja! ¿Qué son esos pelos asquerosos?</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Ramiro se tocó la oreja, y el pompón se alargó hasta ser una cola peluda que se balanceaba de un lado al otro.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Es tan sólo eso, nada más, no veo porqué deba preocuparse, -respondió Ramiro Garobaglio. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¡Ah, esto es demasiado, fuera de aquí! –gritó el CEO, escondiéndose tras el sillón.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Ramiro se tocó la oreja izquierda, por la que estaba saliendo la cabeza de una ardilla. El animalillo fue sacando sus bracitos, asiéndose a los pliegues de la oreja, mostrando parte de su cuerpo. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Desconozco qué clase de CEO es usted, que no puede administrar una crisis con calma. Un capitán que arroja los remos en medio de un simple chubasco. Mmmm… -dijo Ramiro en tono burlón, acariciando la larga cola que brotaba de su oído derecho. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-¡Llamaré a seguridad para que lo echen de aquí, loco de remate! –gritó el CEO, tanteando un teléfono que cayó al suelo. El CEO se agachó y Ramiro, con presteza, puso un pie sobre la mano, impidiéndole tomar el aparato.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Usted no llamará a nadie, -dijo con voz baja y segura.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La ardilla salió de la cabeza de Ramiro y tomó asiento sobre su cabello, limpiándose el hocico con sus pequeñas manos. Tras esa operación, miró fijamente al CEO que estaba tembloroso, acuclillado con la mano apresada bajo el pie del entrevistado.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Firme el contrato, -dijo Ramiro, -y lo dejaré en libertad. Prométame que firmará mi contratación, soy el hombre perfecto para este empleo. A cambio, no le contaré a nadie de esta falla intolerable de su frágil personalidad. En verdad, me asombra que usted sea el CEO, no lo veo a la altura del desafío.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El CEO asintió, gimiendo; Ramiro levantó el pie que oprimía la mano. Tras incorporarse con lentitud, el CEO tomó carrera hacia la puerta pero Ramiro lo interceptó con su cuerpo, apoyándose en la salida. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Usted no tiene palabra, -dijo Ramiro, empujándolo con fuerza -me está enfadando. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Con su mano derecha acarició a la ardilla. Su pelo era mullido y suave. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-A él, -ordenó Ramiro al roedor. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La ardilla saltó al rostro del CEO, mientras Ramiro lo tomó del cuello con firmeza, ahogándolo e impidiéndole gritar. El CEO boqueaba, sin poder respirar, mientras el roedor se desplazaba por su cara hasta llegar a la oreja izquierda. Con sus pequeñas manos la abrió y se introdujo ruidosamente, cayendo el CEO al suelo, desvanecido. Ramiro lo contempló unos minutos, allí, tirado sobre la alfombra. Se le acercó y le hizo con la mano una mueca burlona en la nariz. Se levantó, acomodó su saco y, tras beber un vaso de agua, se retiró de la sala de audiencia.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Al salir, saludó con cortesía a la secretaria.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Caminó con tranquilidad por el pasillo y descendió por el ascensor. Tras saludar a la secretaria de la entrada y al guardia, salió del edificio con aire satisfecho. Estaba profundamente convencido de que había dejado una impresión indeleble en el CEO y que, al día siguiente, lo llamarían para darle la buena nueva de la contratación. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Se dejó abrazar, gozoso, por la danza del astro rey y la naturaleza, por Eolo y Helios, por los dioses desconocidos y el sabor de una victoria justamente alcanzada. Se sintió pleno, su espíritu se expandía más allá de los límites imaginables; era poderoso, eterno, invencible.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Se tomó el resto del día para descansar, porque ya pronto habría de comenzar una nueva era de ajetreo y labor intensa. Al promediar la tarde, mientras jugaba al golf en el club, recibió un llamado al teléfono celular. Era uno de los gerentes de la empresa, confirmándole su contratación.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Muchas gracias, -respondió Ramiro al gerente que lo llamó. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Fue la última decisión que tomó el CEO antes de renunciar esta mañana, -dijo el gerente, -¿le comentó durante la entrevista sobre el inesperado retiro?</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-No, absolutamente nada, me sorprende usted, -dijo Ramiro. –Formaremos un gran equipo de trabajo, esa renuncia es una llovizna que no afectará el buen rumbo de la nave. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">-Sí, tiene usted razón. Me alegrará verlo mañana. Hasta luego. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Ramiro Garobaglio miró el teléfono celular con extrañeza, se encogió de hombros y siguió con el juego, golpeando la pelota al hoyo con precisión.</span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>© <b>Ricardo López Göttig</b>, 2012</i></span></span><br />
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Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7814745469775867906.post-80354451067395029262012-02-26T11:32:00.001-08:002012-07-03T11:07:36.517-07:00El cautiverio<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Por <b>Ricardo López Göttig</b></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Anoche tuve un sueño: era rescatado por los que son como yo, luego de centenas de lunas en cautiverio. Vivo aquí desde que tengo recuerdos, ignoro si alguna vez estuve fuera. Sé que hay algo tras esos muros, porque oigo sus risas, conversaciones, música y gritos. Ignoro quiénes son y por qué me tienen aquí.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">No entiendo sus palabras, que me suenan a gruñidos salvajes. A veces los veo, cuando me arrojan las pequeñas presas de las que me debo alimentar. Sus cuerpos son como el mío, aunque menos armónicos y musculosos; mas sus rostros son horrendos, con sus caras chatas, ojos diminutos, mejillas lampiñas y apenas un poco de pelo negro y espeso sobre sus cabezas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sé que soy diferente a ellos; he visto mi rostro reflejado en los charcos de agua que se forman tras las lluvias. El mío es bello, cubierto de pelo negro desde el hocico hasta el cuello. Mis cuernos son de temer y siento que mi sangre es poderosa: fui yo quien nació para mandar.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Mi dentadura es fuerte, pero no para masticar y triturar a los seres que me arrojan en los pasillos. Por maldad, los tiran vivos y observan cómo les quito la vida. Les complace la muerte, se divierten con la crueldad. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Siento que esta comida no es natural para mí, que mi cuerpo no está preparado para devorar a otras criaturas. Intuyo que mi lugar es otro, que mi alimento es otro, que la fuerza que tengo es sólo para defenderme de los agresores, no para matar por placer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Unas pocas veces, hace ya muchas lunas atrás, vino uno de ellos a observarme. Simulé estar dormido, pero observé por el rabillo de mi ojo izquierdo. Era uno de ellos, de cabello largo; lagrimeó al verme y se fue, tapándose la boca. Uno de los que la acompañaba susurró la palabra “madre”, que aún retumba en mis oídos, pero desconozco qué significa.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sé qué es llorar, porque lo hice en el pasado, cuando en vano busqué una respuesta a mi sufrimiento. Caminaba sin descanso por estos largos y estrechos pasillos, que terminan insensatamente en paredones sin salida. Tras tantas lunas que han pasado, ya conozco cada grieta y baldosa, he recorrido todos los pasillos y sé dónde están la entrada y la salida, pero están cerradas y fuertemente custodiadas. Se abren cada doce lunas –las he contado- cuando ingresan catorce de ellos. Creo que quieren matarme y yo me defiendo; el sabor de su carne me es repugnante y mi cuerpo apenas la digiere, pero debo mantenerme con vida. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Estoy solo desde que tengo memoria, pero querría tener a alguien a mi lado. Presiento que debería vivir con los míos, porque me gusta sentir el contacto de otro ser vivo. Algunas lunas atrás, cuando arrojaron a uno de los seres para alimentarme, lo conservé con vida. Caminaba con sus piernas y brazos y estaba completamente cubierto de pelo. Sentí que debía cuidarlo y, durante algunas noches, dormimos pegados cuerpo con cuerpo. Era la temporada en que hace mucho frío, y nos dimos calor. Lo que sentí por esa criatura me pareció bueno, agradable, que así debía ser siempre, y él pasaba su lengua en mi cara para mostrarme afecto. Ante esto, los guardias no me dieron más comida para hacernos sufrir. Pasamos hambre hasta que, con furia y dolor, maté a mi amigo y lo devoré, envuelto en lágrimas. Pasé mis manos por su cara y cuerpo, ya exánime, y lo fui abriendo con delicadeza. Ellos rieron; pero yo sé que, en el espanto del último momento, esa criatura me comprendió en su angustia. Ambos éramos víctimas.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Aquel día juré vengarme de los captores. No tendría piedad de ellos, pero no los comería; dejaría que sus cuerpos se descompusieran al sol, lentamente comidos por los gusanos. No los mataría, no; los dejaría inutilizados, sin defensa, muriendo poco a poco. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Pero a veces creo que estos sentimientos no son buenos y me arrepiento. Ellos han puesto esto dentro de mí, tal como me pusieron en este lugar sin sentido. No, no seré como ellos, no me han derrotado.<o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Me acuesto bajo el calor implacable del disco que aparece durante el día y quiero soñar, una vez más, que los míos me rescatan. Y aprenderé a ser feliz, lejos de estas paredes que me encarcelan. <o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Mi destino es otro, lo sé. La intuición me dice que alguien muy poderoso me puso aquí para que aprendiera a ser fuerte, sabio y misericordioso. Ya he crecido, pronto llegarán mis salvadores y conoceré qué hay detrás de estos muros.<o:p></o:p></span></span></div>
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<i><span lang="ES-AR"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">© Ricardo López Göttig, 2012</span></span></i><span lang="ES-AR"><o:p></o:p></span></div>Ricardo López Göttighttp://www.blogger.com/profile/02200542832877159050noreply@blogger.com0