martes, 30 de julio de 2013

El cúbito heptopulmonar. Apuntes para un Tratado de Medicina.

Por Ricardo López Göttig

Es el órgano ubicado en la región ventricular meridional subneuronal entre el pulmón derecho y el muslo izquierdo. No suele ser fácil de localizar porque este órgano tiene la particularidad de trasladarse por su sola voluntad en esa vasta zona, por lo que el cirujano debe tener una gran paciencia, pericia y alta dosis de buena suerte para hallarlo en el caso de querer extirparlo. De carácter esquivo, el cúbito heptopulmonar tiene funciones que no resultan claras para el cuerpo humano. Según el dictamen mayoritario de la Academia de Ciencias Humanas de Luxemburgo, en su reunión plenaria de diciembre del 2009, en este órgano se alojan los pensamientos de ingratitud y malicia, sobre todo los vinculados a relaciones de vecindad insatisfactorias. Avalaría esta hipótesis el hecho de que el cúbito heptopulmonar está hipertrofiado en hombres y mujeres entre 30 y 55 años, habitantes de edificios de departamentos y que fueron o son miembros activos de las reuniones de consorcio y de los consejos de administración. Sería, entonces, la sede de donde emanan y se desarrollan los chismecillos de pasillo, los minúsculos altercados por goteras no arregladas, los dimes y diretes en los que se suele involucrar –aviesamente- el encargado del edificio, las trapisondas de escaleras y mensajillos anónimos pegados en los ascensores.
El dictamen minoritario de la referida Academia, no obstante, sostiene que esos pensamientos de ingratitud y malicia no son exclusivos del cúbito heptopulmonar, ya que también se hallan alojados en órganos como la glándula peptifibriral y el llamado “falso estómago ecoductual”, cuya existencia es puesta en tela de juicio por varias instituciones médicas.
El cúbito heptopulmonar tiene tres posibles morfologías, a saber: a) de aspecto viscoso oscuro, violáceo y semejante a un cono o trompeta, que puede llegar a una longitud de 30 centímetros y espesor entre 9 y 5 centímetros; b) de forma de tirabuzón, amarillo y con asperezas rugosas; y c) una madeja de filamentos de rojo intenso, unida por un vértice esférico azulado. Aún no se ha establecido con certeza suficiente si son tres tipos de cúbitos, o si es uno con metamorfosis sucesivas de variabilidad con relación a la dispepsia y pago regular de las expensas.
Muchos pacientes han solicitado ser extirpados del cúbito heptopulmonar, lo que conlleva una operación de alto riesgo quirúrgico. Se recomienda, para un resultado exitoso, quitar las vísceras, músculos y huesos de la región en la que se aloja a fin de que el cúbito no se esconda, y después volver a colocar más o menos en su sitio anterior las piezas removidas.
Observación: dícese que el cúbito heptopulmonar es adicto a los pepinillos agrios.